Un yate surca el mar en dirección a la playa de Canyamel. De su popa arranca veloz una moto de agua. Su conductor es Noah que, sin saberlo, se dirige a toda velocidad hacia su destino, Mia. Ella está paseando por la playa relajadamente. Lo ve llegar... apuesto, deportista, misterioso. Sus miradas se cruzan y la atracción es total. Lo ve alejarse, con prisas. Se pasea por las alturas de Cap Vermell Beach Hotel tan ligero como un pájaro. Ese hotel le trae instantáneas felices de sus veranos en Cap Vermell: atardeceres en su terraza observando la inmensidad del Mediterráneo, cócteles acompañados de puestas de sol únicas, deliciosas cenas familiares en Vintage 1934, en su opinión, uno de los mejores restaurantes de la zona... Pero ¿quién será él?, se pregunta Mia volviendo a la realidad.
Mia baja de Cap Vermell Estate, su lugar de veraneo desde hace 5 años, a Cap Vermell Country Club, su centro deportivo favorita de la isla. Luce el sol y la temperatura es muy agradable. Va despistada pensando en el misterioso hombre que se había cruzado en la playa. Nadaré en la piscina semiolímpica, comeré algo sano y delicioso en Hedonist Club, y luego me tumbaré un rato en las camas balinesas, decide, nada mejor después del deporte que relajarse al sol y remojarse en la piscina exterior. Al llegar, un movimiento extraño en el tejado, una figura en lo alto... Es él. Nervios y agitación interior. Noah y Mia se topan en la terraza del club. Un encuentro fortuito e ineludible. Hablan, no pueden evitarlo. Se analizan con los ojos, se gustan, se atraen y se intercambian los teléfonos para poder comunicarse. La chispa ya se ha encendido.
Relajación, paz, armonía, equilibrio. En Serenitas Spa se respira desconexión y energía positiva. Es ya una tradición para Mia y su familia comenzar sus vacaciones estivales allí. Cita obligada para empezar el tiempo de ocio común con las pilas cargadas y una sensación física de descanso total. Sus visitas transcurren entre masajes, tratamientos faciales y corporales y rituales de belleza únicos. Noah y Mia también son asiduos desde que ella le invitara a sumergirse en este exclusivo remanso de serenidad y plácida soledad ubicado en Cap Vermell Grand Hotel. Siempre que pueden y lo necesitan, se dejan llevar por las manos expertas de sus masajistas. La energía con la que salen de allí es indescriptible. Hay que vivirlo.
La villa de Cap Vermell Estate es su refugio en la isla. Así lo siente Mia. Un oasis de paz y tranquilidad en el que disfrutar del sol, de los exclusivos paisajes del noreste de la isla, y del mar durante prácticamente todo el año. Un tesoro que sus padres descubrieron hace años, en su primer viaje a Mallorca, y al que no pudieron resistirse. Allí ha pasado los mejores veranos de su vida y es allí donde se está preparando para su día más especial, su boda. Noah, de forma secreta y disimulada, lo disfruta a su manera y desde las alturas, lugar en el que prefiere estar. Desde allí se ve todo de otra manera. Se siente libre y ligero, se siente feliz y muy cerca de Mia.
Noah y Mia lo tenían claro. En Cap Vermell se conocieron y se enamoraron y allí iban a celebrar y compartir su amor profundo con sus seres más queridos. El paisaje es único; su gastronomía, exclusiva y deliciosa; el clima, inmejorable. La boda tenía que ser perfecta, por lo tanto, tenían que dejarlo en manos de los mejores. Cap Vermell Grand Hotel era el escenario ideal, un lugar que conocían bien: una cocina exclusiva y sorprendente, un servicio impecable, unas instalaciones espectaculares, el cielo azul y de fondo, el Mediterráneo... Un rincón de la isla donde la magia fluye.
Y llegó el gran momento. Noah y Mia, Mia y Noah, se prometen amor eterno. En el mejor de los escenarios, el exclusivo hotel Cap Vermell Grand Hotel. En el destino Cap Vermell, el que les ha unido. La belleza de los paisajes y la espectacularidad del entorno y de las instalaciones logran que el momento sea mágico. Todo está a punto: los novios ya vestidos, las mesas engalanadas, lo mejor de la gastronomía mediterránea cociéndose a fuego lento, las damas de honor han llegado... una boda de cuento de hadas sellada con un baile solo para dos. El espectacular salón Ballroom se acicala de romanticismo para ellos, no existe nada ni nadie más. La música fluye. Todo es posible en Cap Vermell
Lo suyo fue amor a primera vista, aunque su historia se cocinó a fuego lento.
Noah y Mia son jóvenes, vitales, emprendedores y apasionados.
Dos almas gemelas predestinadas a cruzarse en Mallorca. Y así pasó. El exclusivo entorno del destino Cap Vermell les unió para siempre.
Allí se vieron, se gustaron, se enamoraron y, como no podía ser de otra manera, se prometieron amor eterno.Sus miradas se cruzaron, un 6 de agosto, en la playa de Canyamel, lugar de veraneo de Mia desde que, hace ya unos años, lo visitaran por primera vez sus padres, se quedaran prendados de su tranquilidad y de sus paisajes únicos, y decidieron regalarse una maravillosa villa en Cap Vermell Estate. Un lugar de peregrinaje también para Noah, gran amante de viajar, de los deportes náuticos y de vivir experiencias nuevas y sorprendentes.
Fue en Cap Vermell Country Club, lugar al que acudieron buscando ejercitar cuerpo y mente, donde intercambiaron sus primeras palabras.
La magia no se hizo esperar. Después de varios mensajes sutiles, de algunas palabras certeras y de silencios estudiados llegó su primera puesta de sol conjunta en un rincón único de la isla, el embarcadero de Cap Vermell Beach Hotel, tan especial y solitario, tan romántico. Una velada insuperable que culminó con una deliciosa cena para dos en Vintage 1934, con el murmullo del mar de fondo. La chispa del amor brotó sin más y de forma inevitable.
Desde entonces, Noah y Mia son uno. Tras esa primera cita se sucedieron cientos de ellas: desayunos en Balearic, comidas y cenas en los mejores restaurantes de la zona como el Vintage 1934, el Tapas, Cafè sa Plaça o Asia; paseos por la playa, puestas de sol, natación o running, visitas al Serenitas Spa, rutas a caballo, fines de semana bajo las mantas... Cualquier excusa valía, cualquier motivo era perfecto para estar juntos.
Y siempre Cap Vermell como escenario de fondo. Un lugar en el que todo es posible y que marcó su destino y sus vidas.
El 'sí, quiero' llegó a los dos años de intensa y preciosa relación. Una petición de mano único en un lugar muy especial para ambos, el embarcadero, su embarcadero, el mágico rincón que fue testigo del inicio de su amor.Una boda única selló una historia de cuento de hadas.
Como telón de fondo, el exclusivo hotel Cap Vermell Grand Hotel, el extenso y verde valle de Canyamel y el Mediterráneo.
Cap Vermell desempeñó un papel vital en esta historia de amor, pero su sello y su huella podría marcar también tu camino y cambiarlo para siempre...
¿Crees en el destino?